Señales - 09-09-09

Mi amiga Arena habla a menudo en su blog (y fuera de él) de las señales que nos envía la vida, de ciertas alertas ante algo inminente, sea bueno o malo. Confieso que nunca he creido (y sigo sin creer) en ellas. Yo me decanto mas por pensar que en esta vida, vamos lanzándonos a nosotros mismos pequeños mensajes, apenas sin darnos cuenta pero que van haciendo mella hasta que los sentimos como evidentes y es entonces cuando actuamos; la velocidad del proceso es variable e incluso hay quien paralelos a los mensajes, emite mecanismos para bloquearlos e intentar omitirlos, de hecho, creo que de algún modo u otro, todos lo hacemos alguna vez (o muchas). Quien me “conoce” un poco sabe que tiendo a referirme a mi propio cerebro (y por extensión al de los demás) como un ente ajeno, externo a mi mismo, algo a lo que he llegado a temer a causa de mi ignorancia sobre su auténtica capacidad, incluso su autonomía (autonomía respecto a mi mismo?) lo cual me ha abierto enormes dudas sobre lo que realmente soy… algo con cerebro? Parte de él? Él parte de mi? Somos un equipo? Una única entidad? Que soy si excluyo esa supuesta parte? Queda algo mas? No? También debo admitir que en los últimos tiempos no es un tema que me haya preocupado en exceso, tenia otras prioridades (seguramente decididas por ese ente llamado cerebro?) pero tener unos años me ha enseñado que algunos pensamientos y sentimientos siempre permanecen en nosotros aunque sea en el último rincón de nuestro ser y aprendemos a vivir con ellos.
Como siempre, me estoy desviando totalmente del tema que quería tratar y voy a intentar retomarlo, sabiendo de antemano que no lograré explicar correctamente lo que el cabron de mi cerebro pretende. Hablaba de las señales, esas ante las que personas deliciosas como mi amiga Arena son tan sensibles. Este mes ha sido mi cumpleaños (concretamente me han caído 42 ya, ainss), el dia 9, y unos días antes pensaba…”joer, este cumpleaños es único en mi vida, cae en el dia 09-09-09, debería ocurrir algo especial” y para mi propia sorpresa… ocurrió. Me hicieron un regalo extraordinario, un regalo que necesitaba desde hace mucho tiempo, algo que debería haber hecho yo mismo sin esperarlo como un regalo, pero que por muy diversas razones no había tenido el valor suficiente para ello: me “invitaron” a dejar mi trabajo! Por fin! Es una larga historia que quien me conoce sabe perfectamente y muy difícil de explicar por lo larga y complicada, pero este trabajo para mi era mucho mas que un simple trabajo. Era un “algo” que entró a formar parte de mi vida cuando tenia 14 años (por circunstancias familiares y otros embrollos) y no he trabajado en ningún otro lugar. Ha sido un lugar muy exigente, dañino (he hecho y visto cosas que me avergonzarán durante toda mi vida), vejatorio y esclavizante (hablamos de mas de 60 horas semanales) pero que me tenia atrapado por alguna razón que aun no alcanzo a entender hoy en dia, Mi cuerpo y mi cerebro me han estado dando toques en los últimos años sobre la necesidad de dejarlo, de huir de él, de dar carpetazo y cambiar mi vida, pero no los escuché, no les hice ni puto caso, el acomodamiento, el apalanque y la ”estabilidad” (que gran estafa y que engañosa esta palabra) pesaban mas; de hecho, por lo reciente, no estoy seguro de que aun no siga pesando más, pero intuyo que por fin, un pedazo enorme de mi libertad se asoma al mundo. No voy a negar que he pasado unos días terribles, mas por sentimentalismos que por otra cosa… dejar de ver unas paredes que me han rodeado durante demasiados años, dejar de recorrer un trayecto que mi moto hacia sola, conmigo encima casi durmiendo, conociéndose al dedillo todos los semáforos, baches de carretera, carteles publicitarios, y sobretodo, ser consciente de un inminente alejamiento de algunas personas ( a pesar de lo que muchos creen, soy mas sentimental de lo que aparento) con las que he compartido prácticamente todo tipo de situaciones. Ahora es el momento en que uno se promete a si mismo y a esas personas no perder el contacto, pero tanto ellas como yo sabemos que un dia u otro eso ocurrirá, la experiencia del trato con cientos (quizás miles) de otros casos parecidos asi lo hace intuir.
Pero superados esos momentos supongo que inevitables, ahora siento un gran alivio, siento que he soltado un lastre muy pesado, tengo la sensación de que realmente empieza una nueva vida y que eso es justamente lo que necesitaba desde hace ya unos años. Recuerdo que de niño, cuando me enseñaron a nadar, me plantaba ante la piscina, quería lanzarme a ella, pero hasta que alguien no me dio una patada en el culo y me empujó no lo hice y luego descubrí que estar en el agua y nadar era algo mágico, maravilloso, y maldecí el tiempo que había malgastado sin hacerlo hasta entonces.
Esto no es un escrito gestado desde el resentimiento ni desde una especie de terapia de autoconviccion, tampoco desde un lamento, no es un mecanismo de autoprotección ni de defensa ante unos momentos posiblemente duros y difíciles, es una proclamación de intenciones, de iniciar un camino que debía haber iniciado hace mucho tiempo. La situación en si misma no es nada extraordinaria ( y menos en estos tiempos de crisis en los que cada dia la población parada aumenta), se que no es nada especial y que mucha gente cambia de trabajo a menudo, y que por desgracia, mucha mas simplemente lo pierde y se ve obligada, en el mejor de los casos a depender de un subsidio de paro; pero para mi si es extraordinaria por que no he hecho otra cosa en toda mi vida y sobretodo por la excitación (esa si es una buena y gran palabra) que surge en mi interior ahora ante una etapa tan deseada, esperada e impredecible como necesaria. Realmente el 09-09-09 si fue un cumpleaños especial y doy las gracias.