martes, 9 de junio de 2009

Soul Love


He incluido en el reproductor que hay a tu derecha una canción muy especial para mí: Soul Love de David Bowie; como todas las canciones especiales está ligada a una historia. Mi historia es el descubrimiento de un mundo nuevo, de grandes experiencias y sensaciones. Fue la que me adentró al mundo de Bowie y al rock en general. Tenía el círculo habitual de amigos del colegio, y por circunstancias del barrio donde vivía, de la época y de la edad, mis gustos musicales iban desde los Chichos y compañía (muy influenciado por el entorno, lo admito, más que por gusto personal), Abba (esto si era absolutamente culpa mía, lo reconozco, no gustaban a nadie más allí, juas) hasta Lluís Llach, en fin, todo muy uniforme como es habitual en mi. Uno de mis mejores amigos de entonces, influenciado por su hermano mayor, era muy seguidor de Bowie y hablaba constantemente de él, ante lo cual los demás nos burlábamos a menudo (de buen rollo). Así fue durante algunos años durante los cuales nos limitábamos a hacer lo típico de la edad, gamberradas inocentes,etc. Cuanto más me hablaba de ese tío, menos dispuesto estaba yo a escucharlo y el momento álgido de las burlas (él me acusaba a mí de comercial por lo de Abba y de hippie-progre por lo de Llach, en esa época ya pesaba más que Abba en mi) llegó cuando Bowie sacó su disco Let’s dance, con esa canción horrorosa que empezó a sonar por todas las emisoras de radio que tanto dinero le hizo ganar; pobre Edu (mi amigo) , lo que tuvo que aguantar, jajaja (que tiempos). En ese año, fuimos invitados a una fiesta de cumpleaños de un amigo común, a la que asistía gente nueva para nosotros, empezábamos a abrir fronteras a nivel emocional y entre esa gente, la chica de mis sueños de entonces (un beso para Llúcia, estés donde estés). Todo transcurría según los rituales habituales, alcohol y… bueno, alcohol, música, etc y de pronto, casi a traición, empiezan a sonar unos sencillos acordes de guitarra y una voz especial… era Soul Love, de Bowie. No sé si fue por los efectos del alcohol, por los de la chica de mis sueños con la que estaba en ese momento o por el conjuro de algún extraño hechizo, pero quedé atrapado en la red de las arañas de Marte(1). Esa canción me impactó de un modo especial, me sonó extraña pero fascinante, sencilla pero a la vez compleja. Tuve que llevarme a casa ese disco (The Rise and The Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars – arañas de Marte (1)) esa misma noche. No pude escucharlo entero hasta el día siguiente en plena resaca alcohólica y emocional, y ahí sí que ya caí rendido ante Bowie, Acabé comprando el disco, luego cayó Hunky Dory, después Space Oddity, The Man who sold the World (este también me impactó mucho) y todos los demás (acabé comprando también Let’s Dance y lo que es peor, no me pareció malo del todo). Lo especial de todo esto no fue solo el descubrimiento de un “nuevo artista” (que ya es mucho), si no el descubrimiento de un mundo nuevo con gente nueva, ideas nuevas y diferentes, fue el fin de la adolescencia más pura y dura y el inicio de una juventud distinta. Y esa canción me condujo a través de ese camino tan difícil. Supongo que podría haberlo recorrido de otro modo pero fue este el que hice, y me gustó, y me alegro de haberlo vivido y poder decir ahora que Soul Love es una canción muy especial. Por eso recomiendo a todo el mundo escucharla (soy así de egocéntrico y egoísta) pero sobre todo, siempre recomiendo a todo el mundo no renunciar nunca a su canción especial, a aquellos que ya la tienen que la cuiden y mimen, y a los que no, que la busquen, porque una vida no es completa hasta que no tiene su “Soul Love”.

Saludos

1 comentario:

Calenda dijo...

Siempre he sido una admiradora de tu prosa introspectiva. Me encanta leerte. Un abrazo.

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